martes, 25 de agosto de 2009

La era celular


Ya siendo tan común tener celular - porque ya nadie da el número de la casa cuando le piden el número de telefono, se asume que es el celular-. y el que no tenga celular, es casi de otro planeta y se le regala un prepago con tal de tener al humano al alcanze del bolsillo. Porque hasta mi papá que era negado con la tecnología tiene uno que heredó de mí, pero no llego al item envío y recepción de sms, porque con la edad no da para tanto, pero se comunica perfectamente con el mundo entero y habla habla, maravillado. Mi mamá otra más que no vive si no anda con el celular, y recién este año comenzó a contestarlo, porque antes lo usaba sólo para llamar y no para que la ubicaran, Bueno, hay gente así.

En cambio mi situación es extrema, ando con el celular pegado a la mano, mientras que en la otra llevo una taza con té verde que lleno varias veces en el día, y mi super celu, me da conexión con el mundo entero, porque ahí tengo a todas las personas conocidas, medianamente conocidas e incluso las que nunca debí conocer, ademas del diario e incluso al antojo. Porque si no existiera el celular, para comenzar trabajaría en otra cosa, y lo otro, no tendría vida social, porque es mi nexo con el mundo entero, y me saca de mil apuros, o también me puede llevar a otros. Es el responsable que tenga algo que hacer todos los viernes de la vida, y que me hace llegar a las tantas a mi casa.

Nada peor que recibir las llamadas que no quieres contestar, o peor aún que te escriban lo que no quieres leer, pero así esta el mundo tan desgraciadamente adaptado a la tecnología, aunque también podría sentirme prisionera de la misma, porque así como yo tengo al mundo en la mano, el mundo me tiene a mí. Mas malo y peor es cuando no te contestan las llamadas, cuando se esta en situación de suma urgencia, o cuando quedan llamadas perdidas de números desconocidos, porque da lata llamar devuelta cuando no se sabe para que huifa es. No falta el amigo o pariente pobre o patúo que pincha cada vez que necesita comunicarse con alguien.
Estan las llamadas de teatro para zafarse una situación incómoda, o quien no tuvo alguna vez un mensaje comprometedor en el celular, que no quiso borrar, se lo pillarón y pateadura monumental...pero no importa el sms quedó ahí. La típica llamada desubicada que interrumpe ciertas situaciones, en las cuales una llamada esta plenamente de más.
Estan esas llamadas que uno ve y le cambia la cara, porque estos dispositivos electronicos, también son generadores de emociones; dan alegrías, ya que se dan muchisimas buenas noticias por celular, esas que a una la dejan saltando olvidándose que se puede estar en la vía pública o también pueden ser armas mortales volando por el aire en dirección a la cabeza de alguien, independiente de lo que cueste el celular, o mas grave aún en el poder de un ebrio (a) despechado, o con nostalgia por alguién. Atroz, ahí si que el personaje en cuestión quedara a la merced de lo que sea capaz de decir en un estado etílico y con celular al lado, quizás es hasta más peligroso que manejar un auto en ese estado. Pero de los arrepentidos es el reino de los cielos, dicen por ahí.

A quien no le salió más de una lágrima con el celu pegado a la oreja, llamó para desahogar una pena, para cantar cumpleaños feliz, o bien para enfrentar a una mala persona en la vida, y esa persona le cortó, y dejó toda esa ira con las ganas de ser refregada. Quien no tuvo el que se le cayo al agua, y despúes lo seco con el secador, y lo mejor, le funcionó!,. hoy no pasa eso.

En fin, le hago una oda al celu, por lo que significa en la vida de las personas, sobre todo en la mía.








1 comentario:

Rosa Estrella dijo...

Antes de leer dieta... quiero felicitarte porque me llegó hasta el alma!

Yo también he amado, odiado y añorado algún celular! ja ja ja ja