lunes, 24 de agosto de 2009

Dieta

Siempre que se tiene la intención de mejorar la calidad de alimentación, o bien, hacer una dieta, se deja el día aquel para un lunes, imposible empezar la dieta un viernes o el sábado. Jamás un domingo. Por lo que los días previos al lunes siniestro de intento de dieta, el mundo se puede dar el lujo de comer como faraón griego, ya que la conciencia no pesa con el dicho ''el lunes empiezo la dieta'' y la gula se vive feliz, con la idea que todo lo ingerido ni se va a notar en el cuerpo con los siguientes días en extremo light que vendrán. Titánica se hace la tarea despúes del primer día, pero ahí en donde aflora el poder por el amor propio y la vanidad en conseguir unos cuantos centímetros menos, o sólo sentirse más liviano, porque si la ropa ya esta acusando, es suficiente alarma como para poner atención a cuanto se esta comiendo y en que porciones.
Personalmente los últimos días me los pase entre sours varios, mc donals a las 3 am, el restorant italiano el sábado a la hora del níspero, habiendo antes ido a tomar el té con la chofa que hasta me tenía pastel árabe y sopaipillas, siguiendo el domingo con el cumpleaños del tío con un festín megacalórico a base de empanaditas de espinaca, torta de alfajor, y bailey's con helado de vainilla. Así que despúes del miss universo, y ver como se encajaba la corona de diamantes la venezolana, tome la drástica decisión de someterme por cuatro días a una súper dieta que me dió el doctor hace años y que no recuerdo haber hecho. El objetivo: Desintoxicar, porque se viene el dieciocho, y yo celebro la primera junta de gobierno como corresponde, con asado, empanadas, choripan y mote con huesillos de postre, más un té con pastelitos con manjar en la tarde, sólo por ser la fecha nada más. Previo a la fecha, ya tengo programadas dos comidas con la colonia a la cual no pertenezco, pero me invitan igual y somos re amigos en este intercambio cultural que yo disfruto tanto por Dios, y ni decir de todos los cumpleaños que salen en este segundo semestre, y mucho festejo por lo demás. Ahh sin dejar afuera las reuniones-almuerzo, con comida bien poco liviana, que nos deja listos para la siesta, y de ahí la oficina entera a litros de café.
Entonces mantener la dignidad de la anotomía tiene su trabajo señores, no es un milagro de la naturaleza, menos cuando se va a comer churrascos del porte de una cabeza y es en extremo necesario poner esa frase tan macabra y difícil de ejecutar; ''fuerza de voluntad'', porque es forzar la voluntad y la libertad de querer algo, porque si tendré que ver estrellas, las estare viendo de seguro esta misma noche cuando se haya finalizado el primer día ''a dieta''.
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Hay una bandeja de galletitas a mi lado, que ni miro, porque ya perdierón el encanto que tenían al comienzo cuando me conquistarón,y me podía comer diez, hoy estan ahí y ni por más me llegue el olor rico que tienen no las voy a probar.... y hace dos minutos que me negue a ir a comer comida vietanmita.
Voy como avión.

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