lunes, 5 de marzo de 2012

Zapatos

Hay zapatos para "andar en la casa", que básicamente deben ser modelos simples y cómodos. Jamás en malas condiciones, porque hay que ser digna en toda situación.

Estan los zapatos fetiche, que se compran por lindos o especiales, pero jamás se han usado, y probablemente vivirán por siempre en su caja, sólo se modelan frente al espejo.

Los de foto, son aquellos que sólo sirven para posar en una foto y estar sentadas, pueden ser increíblemente bellos, altos, sofisticados y muy caros, por lo que ponerlos en la calle es    una aberración a tal creación.

Los de colección: Esos que pueden ser hasta heredados y siempre amados, se usan poco para que se mantengan en el tiempo, se cuidan  y se miran con delicadeza para que puedan ser usados por muchos años, pero jamas abusando de ellos.

Los olvidados, esos que pudierón ser una moda, o se comprarón bajos los efectos  compulsivos, pero que no viven en la memoria para saber que están y al encontrarlos es casi un descubrimiento.

Estan los zapatos importados, esos que una ama por el hecho de ser únicos, porque se comprarón en otro país, se pagarón en dólares y probablemente nadie mas los tenga acá. Con esos hasta la muerte.

Los zapatos consuelo : Esos que una se compro en plena depresión o tragedia emocional, donde la terapía fue buscar el par perfecto para subir el ánimo

Los Premio: Esos que se compran porque una se merece un buen premio, por ejemplo por un ascenso, un cumpleaños o lo que signifique un regalo satisfactorio.

Los de emergencia: Los que se compran porque se daño una tapilla, se corto una pulsera o frente a una emergencia se necesito un par salvador de ocación.

Los de mamá. Por algun motivo o bajo los efectos del convencimiento de la hija esos zapatos fueron cordialmente donados para ser parte de las listas de una amante del calzado femenino.

Los encargados: Esos que alguien que viajó fuera los trajo a pedido de quién puede tener más zapatos que comida en el refrigerador.

Los de liquidación: Serán aquellos modelos que no te matarán pero eran de tal calidad y a tal precio, que fue inevitable no llevarselos, probablemente no sean de los más amados, pero siempre estarán disponibles, y en caso de necesitar más espacio, son los primeros en irse.

Los del recuerdo: Esos que ya no están pero son recordados con nostalgia por lo que significarón. Claro ejemplo el primer zapato de charol mientras se era una niña.

Habrán de todas las categorías, de fiesta, de taco alto, de taco chino, planos, cómodos, con pulseras, de colores, con plataformas, con tachas o brillos, con diseños y de cuero, pero nunca serán suficientes y siempre estará el clasico, el ícono de la personalidad de la dueña y muchos más.
Puede que un día la ropa no te quede como esperas, que no escogiste la mejor combinación o que la blusa este más ajustada que antes, pero los zapatos, siempre-siempre lucirán perfectos en los pies.