domingo, 26 de julio de 2009

Y mi mamá también

Cuando le conte el acontecimiento aquel de la llamada del funcionario de la PDI que se vió encandilado con la belleza al volante que escribe, mi mamá me contó que cuando tenía mi edad le llego una citación, y mi abue se enojo demasiado porque no fue nada de bien visto que le llagara una citación legal a su casa, y la hizo llorar preguntándole que había hecho, visto o no se qué? que pobre de ella que anduviera metida en cosas ilegales o turbias. Así que llegando el día de dicha citación, ella toda nerviosa, no había ni dormido pensando en lo que le podría pasar sin saber porqué, partío con mi abue a ver de que se trataba. Cuando la llaman, entra a una oficina, la invitan a sentarse, le llevan juguito y el muy señor citador con placa policial identificatoria y todo, le dice algo así...''Bueno..yo la hice venir hasta aqui, porque en realidad la ví en su lugar de trabajo, la seguí y mi idea es invitarla a salir''....mi asustada madre, sintió el alivio de la libertad... le agradeció la novedad del gesto y se largo, diciéndole a mi abue que todo había sido una confusión de dirección y que no era ella la involucrada, porque sino mi abue era capaz de denunciar al enamoradizo funcionario, y mi buena mamá prefirió ni contarle la osadía, porque no le había tincado nada el personaje, además tenía flor romance con otro mejor partido en esa época.
Bueno, lo que se hereda, no se hurta dicen por ahí.....

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