sábado, 9 de mayo de 2009

Nunca Más

Nunca más, frase célebre usada típicamente despúes de una noche de desenfreno, pero no hay quién sólo haya usado dicha frase una vez en la vida.


La invitación decía algo así: ''Mi Gran Noche'', y la compañia se dedico una semana entera a animarnos con el asunto de la fiesta, con trivias varias para ir escogiendo todos los detalles de la celebración, la cual sería disfrutada de principio a fin por todos los colaboradores, con permiso ó con ganas de ir. En el caso de mi area, estrenando jefa nueva no hubo quien se amurrara, ya que ella sí sabe de festejos y no quería a nadie sentado tomando jugo, por lo que no podía desentonar esta vez. Ademas no siempre se debe ser perfecta en la vida, y se tiene todo el derecho del mundo a que se suelten las trenzas de vez en cuando, pero cuando una queda medio chascona, ese es otro tema. De todas maneras lo comido, bailado y tomado ojala me lo hubiese quitado alguién, ya que si bien, el trío de morochos reggatoneros de moda, hacen bailar a cualquiera, ni hablar cuando Don Tommy, se sube con su sonora al escenario, porque ahí si que se arma, al son de los clásicos temas de año nuevo y de cuanta celebración exista, y le cantamos al tite, a la malvada y al pobre caminante, y estamos todos demasiado entretenidos entre tanto baile, tanto trencito corporativo y picoteo, que llega a dar sed y si bien el sour no era el mejor, algo serviría (para empeorar la caña matutina) nos vamos acercando al bar a cada rato, y somos todos amigos, tomemonos hartas fotos también, y fotos para allá y para acá.. si total somos felices y salud! y otro salud más, y que alegría encontrarse con más gente, y no nos olvidemos de esto, que pucha que esta prendido el carrete y no hay quien nos pare, ni la hora ni la idea de ir a trabajar al otro día, porque en verdad como que nadie se acordó que era miércoles, se festejaba como si se fuera a acabar el mundo.
Terminando ya más entusiasmados que nunca, a las no se que horas de la madrugada, el paso siguiente era poner la chala y partir, rogando que un amigo en el camino no se cruzara, porque de ahí fijo terminaba la noche en la comisaria con segura reclusión noctura y firmas por no se cuanto tiempo y una familia completamente escandalizada. Felizmente pude llegar digna a mi casa, más digna aún entrando el auto en reversa formando una impecable S, porque ya me volvi experta, y también dejando al copiloto en las cercanías de su casa, y no en un potrero sin ropa como el contó despúes, ya que de seguro de haber sido así ni se hubiese quejado. Jah!

Cuadro siguiente, la pega; no se veían más que espectros, puras ilusiones ópticas de cada personaje, y quien traía la peor cara esa mañana era el juego. Yo iba casi de las primeras, es que porque será que cuando una tiene resaca, el maquillaje como que es absorvido por el rostro y te vez como las reverendas igual, ni 10 estilistas italianos me arreglaban la apariencia ese día, si no podía ni tomar agua, y no hay nada más indigno que un ''hachazo'' en la pega, de todas maneras nadie se preocupo por los atrasos ese día y era un soberano chiste ver deambular a varios por ahí, encontrándose ahora pegados a la vendomática, como si fuera el templo de la salvación, porque se carreteo como si fuera viernes, y todo fue un miércoles nada más, pero como se es joven, audaz y demasiado prendido, finalmente de tener la gran noche, no quedo nada más que la gran caña.

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