Las zapatillas tigre, blancas de lona que usaba para educación física.
La comida rápida al estilo Chiken Inn, o los Pollitos Dicen.
La ropa Il gioco del apumanque
La cerveza Pilsener
El único jumbo de aquella época era el de Bilbao.
La emoción de la gente que se ganaba la casa amoblada en el sábado gigante
Los chocolates ALF
La old spice, en esa botella blanca
El Tugurt. Era tan malo, y nunca dejó la leche como yogur.
Los jugos en polvo zip-zup, con el envase celeste y el dibujo de niñitos afuera
Los Toppins, en el megavisión.
La revista de humor político ''Topaze'', que salía en la tercera, siempre primera. Era tan fome, no entendia nada y me daba por colorear a Alwyn, Frei y todos los que aparecian.
Los colores corporativos de los vehículos de Carabineros eran el negro y el blanco
Los trolle- bus! , valía $90 pesos el pasaje y el treyecto era muy limitado.
El café Paula.
El pasaje de la micro adulto, costaba $100 y los estudiantes $30
Los famila-pasto de Village. Tuve uno que lo regue tanto que se le pudrió la cabeza, pero amé las veces que le corte el pelo-pasto.
Los tazos, los primeros salieron en las papas barcel, y los pins, que eran de super mario bross.
La bicleta pistera, tan grandes y delgadas esas ruedas. La Cross, que era muy de niñito
Cuando la canción favorita de la época uno la grababa en el cassette virgen o bien el que se encontro por ahí, y estaba horas esperando que saliera la canción y cuando al fin aparecia, salia una voz indicando la radioemisora.
El lápiz bic, servia para rebovinar los cassete y ahorrar pilas.
Los pizza cats, los daban antes de Nubeluz
Los cariñositos, Babar, Charlie Brown, y esa profe que hablaba raro y nunca se vió.
La selva negra, la selva blanca y la torta helada, era lo mas sofisticado para comprar en postre helado, aparte de única cassata 3 sabores.
El Errol's, antecesor de blockbuster y muchísimos años antes de los estrenos a $500 en la cuneta.
Las maletas y loncheras de plástico que se canjeaban con tapas de yogur Nestle. Eran blancas, con unos monos azules y manilla amarilla
Los cosmetiqueros y bolsos ''Miss Cosas''
Los traje de baño ''catalina''
Habían unos lapices de pasta, gordos, que traían varios colores, rojo, rosado, verde, azul, amarillo, etc.. era demasiado incomodos para escribir, pero había que tener uno.
Más música, en el 13.
La tele IRT, habían en varios colores, en mi casa una de color anaranjado que se veía en blanco y negro.Cuando Sanhe-nuss era de Hucke, así como varias golosinas más que hoy son nestle.
Los lápices que se canjeaban en la copec.
El comercial de pañuelos desechables Elite, que era casi una teleserie a la antigua y el galán decía ''no te quedes en el pasado nena...''
Los vasos luminosos, eran de plástico y se canjeaban con tapas de bebida, habia que cargarlos en la luz para que brillarán más.
La Tiernecita de Jesmar, traía un único mechón de pelo rubio, vestido abierto y chupete.
Los supermercados Marmentini Letelier y el Almac.
Los cigarros Hilton, en versión largo y corto. Más de una vez, una tía me mando a comprar uno de esos, y cuando llegaba ya se me había olvidado cual de los dos era.
Las pasta dental Signal, con rayas rojas y blancas, el comercial lo hacia el profesor rosa.
La frutillita, cuando usaba vestido con delantal, no la versión actual en jeans.
Los Impulse. el clásico miss 17, musk, y los de envases azul, rojo, o morado. mi mamá siempre me compraba uno en el pre-unic.
Los shampoo Entrete. Venían en envases con forma de animales, tuve uno que era una rana.
Los lápices mágicos de paper matte, venía uno blanco que me encantaba ya que borraba los otros colores.
Detergente Klenzo
Los trolls, también primero los trajo village.
El muñeco Dondo, y los mini Dondo. tuve uno de los mini, era chiquitito y me encantaba.
El reloj que se convertia en robot, tuve uno azul, que algún infantil pretendiente me regaló.
El club de los tigritos, daban la teleserie ''Muñeca''.
El gran santiago. Nunca tuve uno, pero mi mamá compró algunos que los daba de regalo en los cumpleaños
En la parte de atrás de las cajas de detergente Drive, venía una barbie de cartón y había que ir coleccionando la ropa que se recortaba de las cajas. Me desesperaba porque mi mamá gastara luego el detergente para poder recortarla y tenerle más ropa a mi barbie de cartón.
Siempre siempre, hubo algún perro cerca que se llamara Bobby.
Y ya no sigo recordando más que casi termino con el cerebro fundido en esta segunda parte, fue casi una regresión.
Fin.
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