domingo, 13 de diciembre de 2009

Diciembre

Como se vino el fin de año encima, estamos en vísperas navideñas ya y aún sin terminar el balance del año y por supuesto sin haber comprando ni un solo regalo, es más como que me dan ganas de pedirle al viejo pascuero que en vez de traerme regalos a mí le mande presentes a todos mis cercanos en mi nombre y así me evito el estrés representativo de la fecha, con tanta bolsa, vuelta por malls buscando algo distinto a lo regalado el años anterior y además mantengo la virginidad de mi tarjeta de crédito que tanto me ha costando, pero como claramente el viejo siniestro no existe tendré que partir un día de estos a comprar, y ser parte de lo más típico de la fecha que lógicamente no es un viejo vestido inadecuadamente para los 34 grados a la sombra que le deshidrata hasta el cerebro a varios en esta epóca, y sin contar los adornos con nieve y el pan de pascua megacálorico para combinarlo con la ropa full veraniega.
Siguiendo lo anterior ha sido tanto, pero tanto el tiempo que he pasado afuera, que yo creo que hasta Roberto Carlos me envidiaría si supiera con toda las personas que me junto, por lo que el sábado despúes de una noche de cumple, orrego luco con administrador baboso regalando sours y picoteo a la mesa de las rucias mas lindas del lugar, nos fuimos directo a Murano a jubilarnos claramente de aquella pista -porque por más que adverti a la mona, tuve que llevarla a vivir su propia realidad- así que post tanta vida social decidí hacer un súper juego en donde me encerraba en mi pieza con dos litros de mineral sin gas y me dedicaba a consumir horas y horas de Mtv, decidida a no salir esa noche, el experimento en realidad era demostrar que podía quedarme sin salir ese día, por lo que deje el celular y toda mi conexión al mundo lejos de mí, y sentía que iba de las mil maravillas porque aunque me estaba ahogando y de hecho sentía como que pagaba una manda, cosa imposible con lo bien que me he portado en los últimos seis meses, bien por mí y mal por ti, sucedío lo inexplicable, alguién me llamo a mi casa, que próximamente será la casa de mis papás, ejalé, y sin poder negarme a contestar no me quedó mas que partir a la celebración en donde se me invitaba cordialmente, por lo que el juego llegó hasta ahí no más y no hubo ni una ley seca prevía a las elecciones del domingo que evitarán la salida del día y con eso ya sumé tres días seguidos, y continúando entonces sin tiempo ni siquiera para armar la maravilla del arból dentro de mi hogar.

1 comentario:

AF dijo...

jajaja Puxa ke rabía...!!!

jajaj