Olga a.c

Soy joven, con cara de nena y me creo vieja, porque me gusta la música del año uno, y ando pegada escuchando a Albano y Romina Power, me sé las canciones y se las canto a mis cercanos, hasta que los pobres me odian porque se quedan pegados con los hits romanticones megacebolleros, ya que es inevitable más cuando me da la nostalgia por la infancia y escucho Jairo, pimpinela y Julio Iglesias, además de todo aquel -numer one- del ochenta para abajo, que me encanta, tanto como ´´Lo que el viento se llevó´´

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Pero creo que es mas patético ser vieja y creerse mina de veinte, como la Olga, que desde que la conocí he hecho un trabajo faraónico por entenderla a ella con sus pilchas de patronato metidas por todos lados, ese rucio encendido con extenciones y esa fogosidad que deja de manifiesto cada vez que puede, porque me desespera que la señora que podría ser mi mamá me pregunte cosas que me importan a mí no más y delante de otra gente, y que ande con su doble sentido a la luz, como para que creean que es la versión acabada de madonna a los cincuenta. En verdad, manejo la tolerancia con los humanos, pero encuentro que se sobrepasa con su negación a la vejez, porque me habla como si tuviera mi edad, y poco le falta para que me pida que nos juntemos un viernes con mis amigas barbies, porque ahí no se con que gracia le salgo, además de estar empeñada en buscarme pololo, y eso que la soltería a ratos se me pasa, porque nunca tan fanática tampoco, pero ni le cuento, porque capaz con que sermón me salga, porque aunque se crea joven, lo de vieja es inevitable.

Le da por hablar por mí, se cree mi vocera, esta al pendiente de lo que diga, ama mi buen gusto y se empeña a que tenga pololo buen partido para que me case, porque ella me recomienda los dating, para buscar candidato, así como ella se encontro un tata con plata por uno de los mismos, con pinta de actor de ''Dinastía'', que tiene al viejo tan encantado, porque como no le dió para mina joven, se quedó con lo primero parecido que encontró; la Olga.

Pensando en ir a ofrecércela a la fundacion la rosas, ya que los viejitos quedarían fascinados con esta vedette de la tercera edad que les podría llevar, porque de verdad que es difícil la ancianidad, aún cuando no se quiere asumir que la vida tiene sus etapas, y no corresponde andar creyéndose adolescente a tan avanzada edad, quizás que traumas tiene la pobre, pero no me quedará más que seguir mi titánica tarea con ella, y quizas algún día le haga entender, que en verdad me dobla en edad (y haaaarto más) para que se comporte como tal... porque espero que a mi jamás me suceda eso, porque me vuelvo poke-algo altiro con tal de dejar la etapa bien quemada, mientras sigo escuchando mi adorada música de vinilo, renegándome a la juventud de ahora, prefiriendo los años dorados de antaño...claro que adáptandolos al siglo que vivimos..nunca tanto tampoco!