martes, 20 de octubre de 2009

Feliz Cumple Mary

Era sábado e iba llegando a mi casa de la mano con mi papá, con 100 grs de chocolates en una bolsa de papel blanca, cuando en eso veo a una de mis infantiles amiguitas jugando con la niñita nueva del sector, que mientras ellas se conocían y contaban su corta vida que no pasaba los cinco años, yo veía como el resto de su familia -bastante más numerosa- de lo que estaba acostumbrada a ver, bajaba los muebles de la época desde una camioneta, así que rápidamente debía unirme para ir a conocer a la niña que era toda buena ella, con su chasquilla perfectamente cortada y su pelo ultra liso, siempre amarrado con algun pinchecito lindo, si era la más chica de su clan y por supuesto pasaba instántaneamente a ser parte de nuestra vida social infantil, por alla por el año '88, cuando jugar con barro era lo máximo y eso que me desesperaba pensar en que se me partirían las manos con tal juego, pero a ratos olvidaba la vanidad infundada por mi mamá y jugabamos a las pastelerias con flores robadas de los jardines de nuestras solteronas vecinas. Fueron años compartidos con Mary, como le decían todos, y siempre comportandose tan bien y muchas veces el resto nos portabamos harto mal. Las típicas idas a cumpleaños, donde como siempre su comportamiento era ejemplar, llegando toda ordenadita y con la perfecta combinacion de ropa. La primera vez que fue al kinder, en donde una de sus hermanas la fue a dejar y yo las acompañe, porque ese marzo aun no tenía edad para ir al colegio y juré que despúes me tocaría a mi también.
Recuerdo un día que no podían sacarla de su casa con un muy bien armado disfraz de sandía que le construyo su familia porque le daba una verguenza atroz y yo encontraba demasiado original estar vestida de fruta, pero al final la sacarón igual pero con el traje fuera de su cuerpecito de niñita que no soporto ir como fruta veraniega por la calle. Juntamos millones de recuerdos como las esquelas, las barbies, las chapitas y las idas a comprar a ''las torres'' donde a muchas no nos dejaron ir hasta tener casi dos digitos de edad, pero no faltaban las rebeldes o las hermanas macanas que desafiaban toda ley impuesta por ausentes padres en horarios laboral. Las salidas en bicicleta, las carreras en patines y las tardes de bombitas de agua o piscina en alguna casa, las navidades y el sinfín de cosas que se nos pudo ocurrir de infantes, por lo general las más malas a mí y mucho me costaba el apoyo de su parte, porque la amanaza del castigo de su mamá era más fuerte que la alegria de la maldad.
No le gustaba el flan casero, sólo el que compraban y era re mala para comer. Una vez la ayude a hacer millones de flores de papel que tiernamente ofreció de regalo para adornar la iglesia y me tuvo con la obra manual una semana entera, pero la misión quedo cumplida. Duramos menos que un billete de diez mil en una liquidación cuando quisimos ir al catecismo y hacer la comunión con velo blanco.
Pasarón los años y se tuvo que ir, su familia decidió otro lugar para vivir y se la llevarón de una semana para otra, pero ahí comenzarón a ser sagrados los domingos en que la teniamos de vuelta, ya que almorzabamos juntas y veíamos tele, nos dió por grabar programas de radio también y ya de grandes era mi cómplice para arrancarme a ver a algun adolescente del gusto, es más me ayudaba hasta en lo imposible en mis persecuciones de amor. Años y años despúes la edad, las actividades y la distancia comenzó a alejarnos hasta que al reencontrarnos aparecía muy acompañada de un chiquitito que le decía mamá y ya su casa no era la misma en donde estaban sus papas.
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Como que ya pasarón hartos años, y de nuevo esta de cumpleaños, no voy a decir que se acerca a los treinta porque capaz que no le guste, pero en consideración que lo dije igual,
Que los cumplas feliz!!
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