Creo que nunca antes en toda la vida me habian visitado tantos hombres en tan poco tiempo. Porque en una mañana tuve un ejército de machos en mi casa. Asi tal cual; Desde el tata de las cortinas, los del cable, los que me fueron a dejar la cama, y los que me cambiaron el respaldo porque venia con falla, los de la lavadora y los que me fueron a enseñar a usarla, los del refri, los conserjes que me enseñan a usar la alarma, los de la constructora, el ingeniero que me fue a ver la puerta, el de chilecta que me fue a enseñar a usar los acumuladores, pero mi retención no dá para cuando lo necesite y cuántos más. Aún faltan muchos más que lleguen a mi hogar, y se terminen de tomar los 9 litros de bebida que todavía me quedan, porque por Díos que estos chiquillos andan con séh.
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