Sushi Love

Si he pagado por placeres en esta vida, el número uno se lo lleva el sushi  -siempre y cuando sea muy preparado, sofisticado y bien proporcionado- Creo que es una de las adicciones menos culpables de la existencia, y en variadas oportunidades he disfrutado esta delicia japonesa como si fuera la última vez en la vida que la comeria.

Para todos aquellos sushiadictos del mundo, les puedo recomendar el akbar de Irarrazaval, porque he ido demasiadas veces, y la última vez me dí un festín japonés digno de condenado a muerte con el sueño de su último deseo de la vida. Porque los cortes del Sashimi de salmón de la primera tabla eran extasiantes y los de la segunda salieron con espinas, pero un manjar igual. En rolls la variedad da para el que quiera, los mixtos envueltos en palta y salmón, con crema, y camarón son un deleite y las piezas son lo suficientemente grandes para que sean la comida del día. Con anguila también es una buenísima alternativa para degustar.
Aunque muchas veces la crítica no acompaña a este lugar, todas las veces que he ido, tanto de tarde, muy acomodada en el patio, o de noche con todo el estilo que tiene, lo hace ser uno de los preferidos a la hora de poder comer rico, tomar algo y conversar relajadamente.

Una vez se tardaron tanto en llevar el pedido que me hicierón el descuento correspondiente, pero también en una oportunidad cobrarón mucho menos de lo que era, sin saber porqué. Tiene muy buenos precios en todos sus productos y el servicio, aunque algunas veces algo lento, es bastante decente. No tiene estacionamiento, pero la calle que esta detrás por Antonio Varas, sirve, no cobran ni roban -todavía-.