Mundial!

Aún no he visto el waka waka completo de Shakira y los 15 minutos de un partido que vi el otro día lograron que destacara la virilidad del arquero. Aprendi que hay un tipo de instrumento poco musical llamado vuvuzela, que espero sea comercializado próximamente en nuestras calles como la corneta del mundial.

Esta mañana desperté y puse el fútbol, me emocioné con el himno patrio y nuestros representantes, mientras me duchaba se hizo el gol, justamente por el jugador que tiene menos apellido y apareciencia de criollo, pero para que vean los cosmopolita de nuestro país. Salí oyendo como nunca la radio Biobío para mantenerme informada, y el tránsito estaba de día domingo, por lo que llegué en tiempo récord a la oficina, disfrutando de las calles y fue el viaje más idílico de mi vida, me sentí tal Eva en el paraíso.

Nótese lo importante, mi tiempo es escaso y esto fue un lujo.
Como que amé el fútbol, el mundial y todo el fervor nacional.

Lejos lo mejor.

Mi país ganó el primer encuentro.


El tercer partido lo veré siendo extranjera en otro país, haré notar mi chilenidad, ojala la tele local vaya y grabe como lo hacen acá con las colonias extranjeras. Espero.

Celestina

Encontré a la media naranja perfecta, para otra media naranja solitaria, y el plan es cómo juntarlos y hacerlos vivir la historia de amor más perfecta de la tierra. A ella ya la visualicé de blanco entrando a la iglesia, toda radiante, post despedida desenfrenada, pero claramente enamorada, y a él, vestido impecablemente de novio agradeciéndome o maldiciéndome por la maravilla de haberle presentado a la mujer de su vida.
Encuentro el sueño y el escenario tan maravilloso, tan patéticamente cursi, con flores y corazones abundando, pero que en definitiva las dos almas en cuestión  me agradecerían hasta que la muerte o el burocrático divorcio los separe.

Fue así..se me ocurrió a mí, de un minuto para otro, así de indescriptible es el amor.